Las grandes marcas suizas de relojes miran con optimismo el levantamiento de las restricciones sanitarias en China, un mercado clave para el sector del lujo, aunque aún no cantan victoria, ya que el regreso de los turistas chinos a Europa no será inmediato.
El gigante asiático es clave para los fabricantes de relojes, aunque la política de «cero covid» y las nuevas oleadas de infecciones pasaron factura a las exportaciones, que disminuyeron un 13,6% en 2022.
La situación mejoró en febrero, cuando volvieron a subir un 8,2% anual, según las estadísticas de la federación de relojería relevadas por AFP.
«China volverá a registrar una dinámica positiva», pronosticó Jean-Daniel Pasche, el presidente de la federación, durante una entrevista con AFP en la feria Watches & Wonders en Ginebra, que acogió esta semana a 48 marcas, entre ellas Rolex y Patek Philippe.
Los analistas financieros coinciden y elevaron sus previsiones de crecimiento para el sector de lujo, ahora que el gigante asiático reabrió sus fronteras y flexibilizó las restricciones sanitarias. Una de las razones principales se debe a los importantes ahorros acumulados durante los sucesivos confinamientos.
Analistas de HSBC señalan que algunas estimaciones cifren en «6,6 billones de renminbi» [883.000 millones de euros] el importe de los ahorros acumulados «en los últimos tres años».
Los analistas de Morgan Stanley también creen que los gastos de los consumidores chinos aumentarán un 20% en 2023 en ese sector. Según sus cálculos, los amantes de los artículos de lujo en China contribuyeron a cerca del 60% del crecimiento del sector entre 2000 y 2019.
¿Volverán a comprar relojes suizos?
Otro dato esperanzador para la industria de relojes suizos es que el 75% de los gastos de este segmento se realizó en el extranjero, por lo que podría volver a beneficiar a las tiendas de lujo situadas en Europa.
Pero también hay quienes creen que, desde el covid-19, los clientes se acostumbraron a comprar directamente en China.
El analista John Cox, de Kepler Cheuvreux, pronosticó «un año muy fuerte» para las marcas que disponen de «una red de distribución en China».
«Pero no me fiaría tanto de los que dependen del regreso de los chinos a Europa», añadió a AFP. Aún tardará «algún tiempo» en volver a los niveles anteriores a la pandemia, continuó.
En la feria de relojería, los dirigentes del gigante suizo Richemont se mostraron también cautelosos.
«Vemos que la gente regresa a las tiendas con unas ganas de comprar», dijo Cyrille Vigneron, el jefe de Cartier, la marca estrella del grupo.
Pero a corto plazo, la evolución del mercado es difícil de predecir, advierte el director financiero de Richemont, Burkhart Grund, quien resaltó el «buen nivel de actividad durante el Año Nuevo chino» en China continental, pero también en Hong Kong y Macau.
Esta tendencia positiva se registró también en «Tailandia, Japón y Australia» y existen los «primeros signos» del regreso de los turistas chinos en Dubái. «Pero en Europa aún no lo vemos», matizó.
Hermès subrayó a AFP que aunque existe el deseo de volver a viajar a Europa, «los vuelos, entre otros hacia Francia, aún son limitados».
En Lucerna, el primer destino turístico de Suiza, la oficina de turismo espera que los turistas chinos regresen «en el verano o al final de la primavera».
La portavoz de la ciudad admite, sin embargo, a AFP que dependerá de «la disponibilidad de las visas y de las capacidades de vuelos hacia Suiza».