La policía de la moral (Gasht-e Ershad) de Irán, que entre otras funciones, tiene el deber de controlar cómo las mujeres del país visten, volverán a patrullar las calles luego de la muerte de la joven Mahsa Amini, que desembocó en masivas manifestaciones feministas alrededor del mundo para que las mujeres de ese país accedan a derechos humanos fundamentales.
Fue hace tan solo 10 meses que la policía de la moral golpeó a Amini hasta matarla por considerar que no tenía correctamente colocado el hijab. La prenda tradicional de la religión musulmana tiene, según indican, usos apropiados y no apropiados, que además ahora están tipificados en la ley iraní. Las mujeres más ortodoxas además deben vestir ropa suelta que no marque su silueta al estar en público.
Los patrullajes de esta policía de la moral habían sido pausados debido a las protestas. También hubo en las mismas varios enfrentamientos con la policía. Pero BBC reporta que el domingo confirmó con las autoridades iraníes que volvieron a las calles en todo el país.
Mahsa Amini tenía 22 años cuando fue detenida en Teherán el 13 de septiembre pasado. Murió tres días después en un hospital, víctima de una feroz golpiza. Las autoridades oficialmente dijeron que ella no estaba bien de salud, algo que su familia niega.