Como era de esperarse en la convulsionada Francia, los mensajes de liberación femenina y sobre la política de los cuerpos fueron el leitmotiv de los desfiles, y el de Dior no fue la excepción.
Maria Grazia Chiuri, Directora Creativa de la línea femenina de Dior llamó para una colaboración a la artista Elena Bellantoni, quien creó una escenografía con colores flúo y consignas como «No ella» y «Tu cuerpo es poético, tu cuerpo es política», contrastando con la paleta en blanco y negro de las prendas.
Mientras el escenario cuestionaba viejos anuncios publicitarios que se dirigían a mujeres amas de casa, la colección se inspiró en la figura de las brujas modernas. «La directora creativa concibió un guardarropas para las noches de luna llena, con blancos inténsamente luminosos y negros profundos», describió Dior.
La Torre Eiffel apareció como motivo recurrente en prendas arquitectónicas, las telas tenían «laceraciones y lágrimas, rastros de combustión, evocando al artista italiano Alberto Burri«, continuaron.
Las estrellas aparecieron en los broideries, junto con animales fantásticos y hierbas medicinales como estampas. El knitwear dejó entrever la lingerie y los hombros descubiertos. Y las flores románticas aparecen junto a pimpollos dark que ornamentan a las mujeres que quieren hacer valer sus diferencias.
