Puig saldrá a cotizar en Bolsa por 13.900 millones de euros

La empresa española de cosmética y moda Puig comenzará a cotizar en la Bolsa de Madrid el 3 de mayo, por un valor de entre 12.700 millones y 13.900 millones de euros, después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haya autorizado el folleto remitido por la compañía.

Las acciones de la empresa propietaria de las marcas Nina Ricci, Paco Rabanne y Jean-Paul Gaultier entre otras, valdrán entre 22 y 24,50 euros, según si la compañía logra colocarse en la parte más alta o baja del rango entre los inversores. La empresa ya anunció sus intenciones de salir al parqué a principios de este mes.

La compañía solo emitirá acciones tipo B, que representarán el 32% de su capital. Con este movimiento, la familia propietaria se asegura seguir manteniendo la participación mayoritaria y el control de la compañía, con un 75% de derechos económicos y más del 90% de los políticos.

Sin embargo, del porcentaje mencionado repartido en acciones, menos del 26% estará en manos del inversor minorista, con participaciones inferiores al 3%. El resto seguirá distribuyéndose dentro de la propia compañía.

En total, la organización espera conseguir hasta 3.000 millones de euros en el mercado a través de la colocación de nuevas acciones y de aquellas ya existentes, que se pondrán a disposición de terceros.

Con este movimiento, Puig pasa a formar parte del Ibex 35, el principal indicador del mercado español con los 35 valores de mayor peso en la Bolsa. Se trata de uno de los estrenos bursátiles más destacados y esperados en los últimos diez años.

De acuerdo a Modaes, la salida a Bolsa del gigante de cosmética supondrá el reparto de más de cien millones de euros entre la plantilla de ejecutivos la compañía.

El consejero delegado y miembro de la familia fundadora, Marc Puig, recibirá un bono por un total de 9,3 millones de euros, mientras que el resto de altos directivos se repartirán un importe de 4,3 millones de euros. Una cantidad adicional de 3,1 millones de euros irá destinada a lo que la compañía ha calificado como “empleados clave” que no forman parte del equipo directivo de Puig.

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