Cómo detectar si sos una adicta a las compras

shopaholic

Al llegar el fin de cada temporada, aparecen oportunidades y descuentos en ropa; calzados; carteras; que deslumbran a más de una mujer.

El problema aparece, en aquellas que no pueden controlar los impulsos de comprar y tienen conductas compulsivas.

¿Cómo es la conducta compulsiva? Quienes compran de manera compulsiva, no lo hacen porque les sobre el dinero, -hay muchos que llegan a endeudarse seriamente-, ni tampoco porque necesiten todo lo que adquieren, sino porque no pueden dejar de realizar el acto compulsivo de comprar lo que en ese momento les gustó, sin importar las consecuencias de dicha conducta.

Si la persona no compra ya lo que desea, el estado de ansiedad y perturbación comienza aumentar, generando sensaciones de malestar e inquietud, que se calman solamente, cuando se realiza la actividad compulsiva. Esto significa, no poder dejar de comprar, hasta que el impulso no quede satisfecho.

Muchas mujeres después de esto experimentan un gran sentimiento de culpa, lo cual les provoca un estado de angustia y alteraciones en el ánimo.

Intervienen diferentes factores que pueden llevar a la persona a comprar de manera compulsiva:

– Sentimiento de inferioridad, que se calma adquiriendo objetos materiales de forma compulsiva. Esto provoca una tranquilidad transitoria, ya que al poco tiempo vuelve a activarse la emoción de sentirse inferior, generando una retroalimentación negativa.

– Necesidad de obtener la gratificación de manera inmediata, es decir, lo que ve y le gusta, tiene que comprarlo ya; no puede esperar.

– Falta de control de los impulsos.

– El sujeto se maneja solamente de forma emotiva por lo que siente, -quiero tal o cual cosa ya- no existe la reflexión.

– Baja autoestima.

– A través del acto de comprar, se canalizan las frustraciones y las sensaciones de insatisfacción.

¿El adicto a las compras puede cambiar? Es posible modificar la conducta compulsiva de comprar, aplicando las Técnicas de la Terapia Cognitiva, que resultan muy efectivas en el tratamiento de estas problemáticas.

Algunas herramientas que se le enseñan a la persona son:

  • Prevención de la respuesta: cuando aparece el impulso intenso de comprar, aguantar para no realizarlo, ya que después de algunos minutos, la sensación disminuye.
  • Cortar y desviar: cuando aparece el pensamiento insistente de querer comprar, cortar, interrumpir y orientar el pensamiento hacia otra situación.
  • Compra racional: poder planificar lo que se va a comprar, para actuar de manera reflexiva y no por impulso.
  • Evitar la tentación: no pasar por los lugares que generan el deseo de comprar.
  • No salir con dinero o tarjetas de crédito para evitar la compulsión.

*Por el psicólogo Santiago Gómez, Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva (Matrícula: 15.159)

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *