
Tras el Día de la Tierra, Kering publicó su nueva Estrategia Hídrica Positiva y anunció su compromiso de lograr un Impacto Neto Hídrico Positivo para 2050, con Impactos Hídricos Netos Positivos medidos en los puntos críticos clave del Grupo para 2035.
Como siguiente etapa clave en el enfoque de sostenibilidad con respaldo científico de Kering, su Estrategia Hídrica Positiva se ha diseñado para reducir los riesgos relacionados con el agua en la cadena de valor del Grupo, aprovechando el nexo Clima-Naturaleza-Agua, reconociendo que las causas y consecuencias subyacentes del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la escasez de agua están intrínsecamente interrelacionadas.
Este enfoque holístico permitirá a Kering crear sinergias positivas para regenerar el conjunto de funciones de los ecosistemas, fomentar las oportunidades de colaboración y aumentar la resiliencia en las regiones de la cadena de suministro del Grupo. Por ello, Kering se centra en 10 cuencas hídricas prioritarias, estrechamente relacionadas con sus actividades, según su objetivo basado en la ciencia para el agua dulce, y trabajará con las partes interesadas locales para mejorar significativamente la calidad, la cantidad y la accesibilidad del agua en estas zonas.
Plan hídrico de Kering
Para impulsar esta transformación práctica y lograr resultados positivos para el agua, Kering está implementando tres programas clave:
- Materias Primas con Impacto Positivo en el Agua: Centrar el abastecimiento de materias primas del Grupo en materiales que mitiguen la presión sobre la naturaleza y el agua, como tejidos reciclados y alternativas innovadoras, a la vez que aumenta el volumen de materiales procedentes de la agricultura regenerativa, lo que conduce a la reducción de la contaminación y a la reposición de cuencas hidrográficas.
- Programa de Gestión del Agua con Impacto Positivo: Impulsar la gestión del agua en las operaciones directas y la cadena de suministro de Kering, y colaborar con proveedores estratégicos para abordar los desafíos comunes. Kering aprovechará las mejores prácticas y tecnologías innovadoras, como los agentes de curtido sin cromo y de bajo impacto, para promover la eficiencia hídrica y mejorar la calidad y la cantidad de agua en las zonas donde opera el Grupo.
- Laboratorios de Resiliencia Hídrica: En apoyo al Programa de Gestión Hídrica Positiva, se establecerá un Laboratorio de Resiliencia Hídrica específico en cada una de las 10 cuencas hidrográficas prioritarias de Kering para 2035 con el fin de impulsar impactos positivos en el agua.
Mediante la colaboración y la acción colectiva con las partes interesadas regionales, incluyendo proveedores, otras empresas y sectores, comunidades locales, pueblos indígenas y autoridades públicas, se adoptará el enfoque del nexo Clima-Naturaleza-Agua para regenerar y reponer ecosistemas de agua dulce saludables en zonas con estrés hídrico.
El primer Laboratorio se inaugurará en otoño de 2025 en la cuenca del Arno, en la Toscana, donde se encuentran muchas de las curtidurías y curtidurías proveedoras del Grupo. Al ser una cuenca hidrográfica clave a nivel mundial, también se encuentran allí proveedores de otras marcas de lujo y moda, así como de los sectores de procesamiento y fabricación. En general, los Laboratorios impulsarán un cambio de paradigma positivo en el agua, de la tierra al mar, lo que fortalecerá la resiliencia de todos los actores de estas regiones.
Marie-Claire Daveu, Directora de Sostenibilidad y Asuntos Institucionales de Kering, afirmó: «La necesidad de una gestión hídrica corporativa responsable para mantenerse dentro de los límites planetarios nunca ha sido tan urgente. Es crucial que los compromisos hídricos evolucionen de un enfoque exclusivamente de reducción a uno positivo para el agua, regenerando y reponiendo el agua y los ecosistemas asociados a todas las actividades empresariales.»
«Por consiguiente, la Estrategia de Agua Positiva de Kering ha sido diseñada para ser transformadora, y colaboraremos con los actores locales para obtener resultados medibles positivos para el agua que mejoren la resiliencia social, ambiental y económica, y, en última instancia, contribuyan a aumentar la disponibilidad de agua limpia para todos», finalizó.