
Por Alejandra Pujo, owner de MH Boutique de flores
Cuando el frío se instala y los días se vuelven más cortos, el hogar se convierte en refugio. En esta época del año, buscamos abrigo no solo en las mantas o el té caliente, sino también en los detalles que transforman nuestros espacios: luz tenue, aromas suaves, texturas cálidas… y flores.
Sí, también en invierno florecen gestos de belleza. Hay especies que desafían las bajas temperaturas con elegancia, y otras que, aunque no brotan en esta estación, se mantienen frescas, radiantes y llenas de simbolismo.
Las flores no son solo ornamento: son pequeñas presencias vivas que aportan color, aroma y armonía. Nos acompañan en la intimidad de casa, revitalizan los ambientes y, sobre todo, despiertan algo profundo: esa conexión sutil con la naturaleza que también es bienestar.
Flores de invierno
A continuación, una guía para abrazar la temporada más introspectiva del año con alma floral.
Hay algo profundamente reconfortante en armar un ramo en pleno invierno. Mientras afuera el frío avanza, adentro se encienden otras cosas: una vela, una taza caliente, una conversación lenta… y una flor.
Porque las flores también abrigan. Son compañía, memoria, pausa. Nos recuerdan que incluso en las estaciones más quietas, la vida sigue latiendo en los detalles.
Estas son algunas de las que elijo para atravesar el invierno con más color, más perfume y más sentido:
Alelíes
Resistentes al frío y generosos en color, los alelíes son ideales para esta época. Llenan el aire con su aroma suave y se ven vibrantes incluso en los rincones más apagados.
Crisantemos
Parecen discretos, pero sorprenden por su duración y presencia. En interiores, se mantienen impecables durante semanas, aportando estructura y elegancia a cualquier arreglo floral.
Astromelias
Simbolizan la amistad duradera, la empatía, el respeto. Me gusta regalarlas cuando quiero decir algo sin palabras. Además, sus colores intensos y su larga vida las vuelven infalibles.
Narcisos
Perfectos para los días grises, los narcisos son como pequeñas lámparas que iluminan desde su centro. Alegres, suaves, con un aroma único y forma delicada, llenan de optimismo cualquier espacio.
Anémonas
Delicadas pero intensas, las anémonas tienen algo de obra de arte natural. Con sus centros oscuros y pétalos suaves, son ideales para crear un foco visual romántico y sofisticado.
Cómo integrar flores de invierno al hogar

- Minimalismo que abraza: Un florero de vidrio con anémonas o alelíes puede ser suficiente para darle vida a una mesa, una biblioteca, un rincón.
- Detalles con historia: Narcisos en una taza de porcelana, un frasco antiguo o una jarra de cerámica. La flor realza lo cotidiano y lo convierte en escena.
- Rincones que invitan: Combinar distintas especies en un mismo lugar genera un efecto visual encantador. Agregá una vela, una pila de libros o una foto para componer tu propio refugio estacional.
Por otra parte, para que duren más, los consejos para cuidar los arreglos florales son:
- Mantenerlas alejadas de fuentes de calor como estufas, radiadores u hogares.
- Aumentar la humedad del ambiente si podés, especialmente en espacios calefaccionados.
- Cambiar el agua del florero cada dos días y cortá un poco los tallos cada vez. Esto ayuda a evitar bacterias y prolongar su frescura.
A veces no hacen falta grandes cosas para sentirse bien. A veces, alcanza con traer un poco de naturaleza adentro. Una flor. Un aroma. Un gesto. Que este invierno te encuentre rodeada de belleza, de pequeños rituales y de esas cosas que no parecen importantes, pero hacen toda la diferencia.